ÚLTIMA TECNOLOGÍA PARA VER EL CORAZÓN

Investigadores del Reino Unido y Perú, liderados por Katia Menacho, han desarrollado una prueba de imagen cardiaca más rápida y económica. El escáner es tres veces más rápido, cuesta un 60% menos y afectó positivamente el tratamiento de un tercio de los pacientes.
La resonancia magnética cardiovascular (CMR) es el estándar habitual para diagnosticar muchas enfermedades cardiovasculares. Se utiliza para medir la estructura y función del corazón, y para evaluar la cicatrización en el músculo cardíaco después de un ataque al corazón y así predecir el riesgo de un nuevo episodio.

“En Perú sólo dos hospitales públicos ofrecen CMR – explicó Menacho en un comunicado – y cada uno realiza 12 escáneres una vez por semana a un coste de 500 a 700 euros cada uno. Los hospitales públicos que no cuenta con CMR redirigen a sus pacientes al sector privado, un proceso que debido al papeleo demora hasta tres meses, retrasando el diagnóstico y el tratamiento”.

El estudio Impacto de la evaluación CMR no invasiva (INCA) fue presentado en la reunión anual europea del EuroCMR. Y los resultados mostraron notables ventajas Primero se redujo el tiempo de exploración de 60 a 10 minutos. Se utilizó con éxito en Tailandia para evaluar la sobrecarga de hierro cardíaco y hepático en pacientes con talasemia mayor. También se realizó una evaluación de la técnica durante dos días en dos hospitales del Perú. Allí se sometió a 100 pacientes con sospecha de cardiomiopatía y 11 controles sanos a imágenes con el nuevo sistema. Cada exploración tomó 18 minutos en promedio a un precio de 120 euros.

Otra de las ventajas inesperadas fue que este CMR reveló un diagnóstico nuevo en el 20% de los pacientes, lo que conduce a un cambio completo en la gestión. En el 30% de los pacientes no se necesitaron más pruebas cardiacas (angiografía coronaria, tomografía computarizada, biopsia cardiaca).
 "Mostramos que este protocolo CMR ultrarrápido puede utilizarse para diagnosticar con precisión a los pacientes, lo que conduce a cambios en el manejo clínico – concluye Menacho –. El protocolo toma un tercio del tiempo de exploración estándar a una fracción del costo”.

Fuente: QUO

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